El estado de flujo de efectivo (EFE) es una herramienta vital en la gestión financiera de una empresa, ya que proporciona una visión detallada de cómo se ha generado y utilizado el efectivo durante un período específico; de manera paradójica, su importancia para los empresarios esta relativamente infravalorada, puesto que los “estados financieros estrella” siguen siendo el estado de situación financiera y el estado de resultados.

A continuación, destacamos cuatro motivos por los cuales este estado financiero es fundamental, para cualquier organización, de cualquier tipo y tamaño:

  1. Medición de la Liquidez: El estado de flujos de efectivo permite a los gerentes evaluar la liquidez de la empresa al proporcionar información sobre las entradas y salidas de efectivo. Esto es crucial para garantizar que la empresa tenga suficiente efectivo disponible para cubrir sus obligaciones financieras a corto plazo, como el pago de proveedores, salarios y otros gastos operativos. La medición de la liquidez evalúa justamente “cuanta plata” hemos producido.
  2. Toma de Decisiones Financieras: Al analizar el estado de flujos de efectivo, los gerentes pueden identificar patrones de flujo de efectivo y tendencias a lo largo del tiempo. Esta información ayuda en la toma de decisiones financieras estratégicas, como la planificación de inversiones, la negociación de préstamos o la implementación de políticas de gestión de efectivo más efectivas.
  3. Evaluación del Rendimiento Operativo: El estado de flujos de efectivo desglosa las actividades operativas, de inversión y de financiación de la empresa, lo que permite a los gerentes evaluar el rendimiento operativo independientemente de las decisiones de financiación o inversión. Esto proporciona una imagen más clara de la capacidad de la empresa para generar efectivo a partir de sus operaciones principales.
  4. Transparencia y Rendición de Cuentas: Los inversionistas, prestamistas y otras partes interesadas utilizan el estado de flujos de efectivo para evaluar la salud financiera y la solidez de una empresa. La presentación clara y detallada de cómo se ha generado y utilizado el efectivo mejora la transparencia y fortalece la confianza en la empresa, lo que es crucial para mantener relaciones sólidas con los stakeholders.

El estado de flujo de efectivo equivaldría a ser un medidor de la sangre de la empresa (entiéndase el dinero en efectivo como la sangre en si misma) y desempeña un papel fundamental en la gestión financiera al proporcionar información clave sobre la liquidez, facilitar la toma de decisiones, evaluar el rendimiento operativo y mejorar la transparencia financiera. Es una herramienta esencial para garantizar la estabilidad y el crecimiento a largo plazo de una empresa.

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