«De las 1,973 empresas dedicadas a la exportación la mayoría son micro y pequeñas (cerca del 92%)»

La industria metalmecánica en el Perú es vital en la cadena de suministro de diversas actividades claves para la economía de la nación. Desde la minería hasta la agricultura, nuestras empresas metalmecánicas proveen bienes de capital intermedios y finales que contribuyen al desarrollo del país.

En 2023, los envíos al exterior de este sector alcanzaron casi los US$ 657 millones, registrando un crecimiento de 8.8%, gracias a la calidad de los productos y su potencial en los mercados internacionales.

De las 1,973 empresas dedicadas a la exportación la mayoría son micro y pequeñas (cerca del 92%), lo cual indica la necesidad de cerrar la brecha para fortalecer su competitividad a nivel global.

Entre enero y octubre del 2023 ayudó a crear más de 32 mil empleos y su aporte al Producto Bruto Interno (PBI), superó los US$ 474 millones. Estas cifras resaltan desde una perspectiva económica y en particular por su impacto en lo social pues es genera oportunidades para la fuerza laboral peruana.

Son dignos de resaltar casos de éxito como el de Resemin, que exporta máquinas de sondeo y perforación para la minería a Turquía y México, consolidándose como referente en el mercado internacional; y el de Modasa, que fabrica buses para EE.UU., Puerto Rico y Chile, demostrando una gran capacidad de internalización.

A pesar de estos logros, persisten desafíos significativos que requieren atención inmediata. La Mesa Ejecutiva para el Desarrollo del Sector de Proveedores Mineros, una plataforma esencial para la colaboración público-privada, está paralizada. La revitalización de este espacio no solo beneficiaría al desarrollo minero, sino que también fortalecería la cadena de suministro metalmecánico.

Otro desafío es diversificar los mercados a fin de reducir la dependencia de unos pocos y ser menos vulnerables antes posibles fluctuaciones económicas globales. Aunque las exportaciones metalmecánicas llegaron a 104 países (enero-noviembre), EE.UU. y Chile concentraron cerca del 40% del total.

En ese contexto, es imperativo abordar estos retos de manera proactiva. La reactivación y fortalecimiento de la mesa ejecutiva debería ser una prioridad, junto con esfuerzos sostenidos para explorar nuevas oportunidades comerciales.
El sector privado sigue esperando un mayor apoyo de las autoridades con políticas que fomenten la inversión en tecnología, programas de capacitación que mejoren la calidad y la eficiencia de la producción, así como incentivos fiscales para la expansión y la innovación.

La metalmecánica tiene la capacidad de convertirse en un nuevo motor de la economía peruana. Afrontar estos desafíos a través del fortalecimiento de la colaboración público-privada y la diversificación de mercados allanará el camino para un crecimiento sostenible y una presencia más robusta en la escena internacional. Desde nuestro gremio, el compromiso sigue vigente a fin de forjar un futuro próspero para esta gran actividad.

Fuente. ADEX